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Situándolo en el contexto histórico, la muerte del rey Enrique IV supone el fin de la monarquía autoritaria presente en el siglo XVI, y da comienzo a la instauración de la monarquía absoluta iniciada por Luis XIII, y que concluirá con Luis XVI. También se produce la aparición de la religión protestante fundada por Lutero.

 

De esta manera, en un principio la monarquía autoritaria significó un paso intermedio entre la falta de poder del rey y el poder absoluto del que dispondrá el monarca a partir de del siglo XVII y durante el XVIII. Esto indica que, mientras el rey autoritario tenía poder pero con límites, el soberano absolutista tendrá un poder total.

 

La aparición de las monarquías autoritarias surge por el apoyo que le dan los burgueses al rey, además, este apoyo influyó de manera importante en la modernización del Estado,  debido a la elevada cultura que tenían los burgueses. A cambio, la ayuda prestada por la burguesía al monarca, era premiada con títulos nobiliarios, con lo que apareció una nueva nobleza.

 

En el siglo XVII aparecieron ya las monarquías absolutas, que también contaron con el apoyo de la burguesía para conseguir el poder. Sin embargo, cuando los reyes consiguieron el poder, en vez de contar con los bur­gueses para gobernar, estos se apoyarán en la aristocracia. Además, esta nueva forma de Estado defendida por importantes hombres como Hobbes, entiende al Estado como un pacto con sus súbditos a cambio de su seguridad, que, según Hobbes, es lo más importante para uno mismo.

 

De hecho, hasta la Revolución Francesa, momento histórico en el que acaba el absolutismo a causa del gran poder financiero presente en la burguesía que reclama más poder político,  los cargos importantes del gobierno eran adjudicados a la nobleza, no a los burgueses.

                     Nuevo Modelo de Estado

 

Monarquía Absoluta

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